Vanidad. La virtud absoluta de todos y cada uno. Reconocemos nuestras vanidades en el espejo del otro pero pretendemos hacerlas nuestras, olvidando que somos el reflejo ajeno.

LA CATA



        Hay una nueva moda en la ciudad: las catas a domicilio. Las distintas marcas de alcohol han encontrado un nuevo filón para promocionarse y lo han hecho de una manera bastante convincente y atractiva ofreciendo en tu propia casa una degustación preparada al momento por un profesional de la apología coctelera y de la paciencia, todo hay que decirlo, que mientras elabora las bebidas (son cuatro diferentes) e intenta que diez alumnos totalmente ebrios le presten atención, va explicando la historia y procedencia de la marca y los distintos ingredientes con las medidas apropiadas para preparar cada cóctel. Se recomienda tener a mano papel y bolígrafo porque una vez terminada la degustación del segundo mejunje resulta algo complicado recordar las recetas de los siguientes. En esta ocasión, el protagonista de una gran noche temática de cítricos, especias y ginebra fue Tanqueray, con la consecuencia de mi conversión en fan de esta marca para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, amén...o hasta que otra cata que lo merezca me abduzca porque, las cosas como son, yo me vendo al mejor postor. El acontecimiento por lo general se organiza en casa de algún amigo con la excusa de reunir a los colegas, cenar y pasar un buen rato, que al fin y al cabo es de lo que se trata, no es que los invitados vayamos por la bebida gratis ni mucho menos. Para nada. Si el amigo en cuestión, bendita casualidad, es dueño de una amplia terraza donde poder celebrar el evento, mejor que mejor, porque en una noche de verano son puntos extras para asegurar el éxito de la velada. Y para rematar, la cata es totalmente gratuita ya que la marca se encarga del abastecimiento de la noche (copas incluidas), con la cortesía añadida del regalo de unas botellas al anfitrión.
      Recomiendo la experiencia con un grupo nutridito de amigos, en concreto Tanqueray sugiere que la convocatoria sea de diez a doce personas. Como fan recién declarada que soy y aunque Tanqueray no me pague por hacerle publicidad, os paso el enlace para que accedáis a toda la información y podáis disfrutar de un buen rato con un fantástico gintonic.