Vanidad. La virtud absoluta de todos y cada uno. Reconocemos nuestras vanidades en el espejo del otro pero pretendemos hacerlas nuestras, olvidando que somos el reflejo ajeno.

FOTOGRAFÍA DE MODA

       La fotografía de moda es una expresión artística que pocos la consideran como tal. Quizá sea porque la mayoría de gente tiende a asociar todo lo relativo a la moda con lo frívolo y artificial y en consecuencia carente de cualquier valor artístico que merezca la pena. Gran error. Sobre todo porque, si en verdad fuera así, la frivolidad es una de las mejores formas de manifestación del arte. También es algo infantil pretender considerar arte únicamente aquello que esté expuesto en una galería o colgado de una pared, ignorando una buena imagen solamente porque aparece publicada en una revista de gran tirada y es un reclamo publicitario. Los mejores fotógrafos del mundo han trabajado en editoriales, portadas y campañas de publicidad desde el principio de los tiempos y hasta donde mi memoria puede llegar. Helmut Newton, Irving Penn, Demarchelier, Richard Avedon (que suya es la foto cabecera de este blog), Bruce Weber y muchos más han aportado a través de su magnífico objetivo viñetas que nos han contado fascinantes historias, algunas maquiavélicas, otras de pasiones, de sangre, familia y amor. Retratos en movimiento o en cascada de color, jugando con la infinidad de alternativas que ofrece el tratamiento de la luz y la mano experta del artista. La fotografía de moda nos ilustra sobre la belleza y sobre la actualidad de nuestro tiempo, y no sólo por la realidad estilística, si no también por el desarrollo que vamos viendo año tras año en los cambios del concepto de fondo de la imagen en general.
     La siguiente tira de imágenes pertenece a la campaña de Loewe del invierno 2008, una de mis favoritas, donde también aparecen caballos, algo que la hace todavía más irresistible para mí.
     Fotógrafo, Steven Klein
     Modelo, Stephanie Seymour