Vanidad. La virtud absoluta de todos y cada uno. Reconocemos nuestras vanidades en el espejo del otro pero pretendemos hacerlas nuestras, olvidando que somos el reflejo ajeno.

MEDUSA




    La mitología griega nos ha ofrecido imágenes de monstruos y seres espantosos que sembraban el terror entre los hombres. La mayoría de estos seres habían sido humanos de origen pero por razones inéditas fueron castigados por los Dioses siendo transformados en horribles mutantes. Una de ellos fue Medusa. El mito podía varias a través de los años dependiendo del filósofo que narrara su historia, pero la Gorgona con la cabeza poblada de serpientes y el rostro deforme siempre tenía la cruel particularidad de petrificar a todo el que la miraba. "Representa en su mueca el espantoso terror de una alteridad con la cual te identificarás al convertirte en piedra(...)", narraba Jean-Pierre Vernant. La cara del horror. Homero describía en su Odisea cómo la cabeza de Medusa producía un monstruoso terror. Sin embargo la raíz de su historia fue omitida en muchas ocasiones, limitándose al detalle de su espantosa presencia y de cómo el valiente Perseo terminaba con ella.   
    Detallaba Ovidio que originalmente Medusa era una hermosa doncella, "la celosa aspiración de muchos pretendientes" y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por Poseidón, los celos de la enfurecida diosa transformaron su hermoso cabello en serpientes e hizo su cara tan terrible que su mera visión convertía a los hombres en piedra. En el relato de Ovidio, Perseo describe el castigo de Atenea a Medusa como justo y merecido.

      Yo soñé que Medusa se vengaba. Que su historia cobraba vida a través de los siglos de una manera distinta a la que conocemos. Que se resarcía de la injusticia de verse vejada por los mitos de tiranos machistas y ciegos que únicamente pretendían ver el valor y la pureza del hombre a cambio de la cobardía y el pecado en la mujer. Medusa no era mala, no. Pero decidió impartir justicia por ella misma convirtiendo en piedra a todo aquel que osara mirarla. Esa es la verdadera historia.