Vanidad. La virtud absoluta de todos y cada uno. Reconocemos nuestras vanidades en el espejo del otro pero pretendemos hacerlas nuestras, olvidando que somos el reflejo ajeno.

C'EST UN VINTAGE?

      Hace unos seis o siete años el vintage se puso de moda. Este hecho favorecía a la indiscutible teoría de que todo está inventado y que no nos queda más remedio que rebuscar en el baúl de los recuerdos para vestirnos con la contradicción de ir a la moda llevando prendas antiguas. La idea del vintage tuvo una acogida increíblemente masiva, tanto que al poco ordas de mujeres desesperadas por estar a la moda hacían despliegue de sus mejores armas de caza y se lanzaban a la calle en busca y captura de cualquier cosa medianamente ponible que tuviese más de 30 ó 40 años, y pagando verdaderas locuras por ello. Locuras que yo también pagaría si: A.- Tuviese sesenta mil euros sueltos para gastar en un vestido B.- Si el vestido en cuestión lo merece, previo un meticuloso trabajo de investigación especializado en tráfico de antiguedades falsas. Porque ese es el verdadero motivo de mi post de hoy: los vintage falsos. Cuidado. Caution.
      Lamentablemente, y todavía no logro entender el por qué, la moda antigua que ha sido puesta a la venta no tiene los mismos controles de autenticidad que cualquier otra pieza artística como puede ser un cuadro o una escultura, cuando el riesgo al engaño y sus fatales consecuencias son los mismos. Se trata, en cualquier caso, de creaciones únicas e irrepetibles de las que existen en el mundo pocas piezas, entre otras cosas porque el diseñador que las creó ya está muerto, lo que también aumenta el valor de la prenda, por supuesto,  y además suelen ser de colecciones de Alta Costura de las que ya escaseaban en su época porque se realizaban por encargo y para unas pocas privilegiadas. Entonces, y llegada a este punto, voy a suponer que si de ese reducido número de señoras que poseen una de estas piezas, dos terceras partes de ellas o en cualquier caso las herederas, hijas o nietas, decidieran poner a la venta la prenda en cuestión, ¿cuántas de estas piezas estarian expuestas y al alcance de compradores en todo el mundo? Pocas, poquísimas; entonces ¿por qué tengo la impresión de que cada vez hay más páginas web y más tiendas que venden vintage? ¿Cómo es posible que después de seis o siete años de furor vintage se sigan vendiendo piezas en cantidades industriales? ¿Es que el baúl de los recuerdos es infinito?
        La falsificación de antigüedades y obras de arte es algo que siempre ha existido y siempre existirá, incluso yo diría que el engaño forma parte de la vida de dicha obra puesto que el hecho de que pretendan copiarla e imitarla, aumenta su valor. Pero cuando se trata de nuestra propia inversión, más vale asegurarse. Quien vaya a comprar un vintage debe de hacerlo en tiendas reconocidas y especializadas, y comprobar que la prenda lleve el certificado de autenticidad. También es recomedable asegurar la prenda contra robos, así se encarga la empresa aseguradora de hacer las investigaciones pertinentes para validar la autenticidad del producto.

                        
               Christian Dior. Colección de Alta Costura primavera-verano 1951.